Mi padre

Mi padre es el primer hombre de mi vida.

Es el hombre que siempre ha estado y estará ahí para escucharme y apoyarme. 

Es una persona trabajadora que se ha pasado (y sigue) toda la vida madrugando y, hace años, llegando bastante tarde a casa para que nunca nos faltase de nada.

Aunque de pequeñas pasásemos más tiempo con mi madre que con mi padre, mi hermana y yo hemos disfrutado jugando con él.

Es un padre que ejerce como tal.

Cuando he tenido algún mal momento, o tengo un mal momento sé que él estará ahí para abrazarme. Me encanta abrazarle, sólo el gesto me da confianza. ¿Quién si no un padre dará todo por sus hijas?

Es una persona sincera, cariñosa, luchadora, divertida...

Guardo en mi memoria muchas anécdotas graciosas que seguiré coleccionando.

Cuando un padre o una madre dicen un halago de sus hijos siempre se suele decir qué van a decir ellos... Igual se podría pensar a la inversa, pero todo lo que diga sobre mi padre es cierto y poco.

Si decía en una entrada anterior de mi blog que los sentimientos no se pueden explicar, el del amor es el más difícil. El del amor es el más incondicional y mi padre sé que siempre me querrá pase lo que pase.

A mi padre no le quiero sólo porque lo sea, va más allá del amor que venga "impuesto" por naturaleza, le quiero porque es una persona a la que se la quiere por como es. Es más ¡le adoro!

Como cualquier ser humano no será perfecto y tendrá sus defectos, pero o yo no los veo o son tan mínimos que no sabría decirlos.

Estas líneas no son muchas para todo lo que él vale...

Quiero decirle que igual que cuando nosotras nos proponemos algo siempre nos dice que podemos, que él también puede con aquello que se proponga y que no se rinda.

Mi padre es el último hombre al que querré perder.

Te quiero papá