domingo, 23 de agosto de 2015

Os pienso...

Hay días en que no me encuentro del todo yo, días en que algo no va del todo bien dentro de mí... Son días en los que sin ningún motivo me encuentro dándole vueltas a lo mucho que os echo de menos. Días en que os pienso, os recuerdo, os añoro... Me duele que así sea. Quizá si no os pensase no estaría así, quizá sería más simple... Pero quizá, estaría perdiéndoos otra vez si no os pienso. 
Este año se fueron tres seres muy queridos para mí. Ninguno en su "papel" dentro de mi vida es comparable al del otro y ningún tipo de amor que sienta por ellos es igual. Pero todos son de igual importancia para mí. Primero te fuiste tú: suegra (mi bicho). Echaré de menos verte y hacerte reír. Hay veces que pienso en que no aproveché mucho el tiempo en que tuve el placer de poder estar contigo. Ya son 16 años los que llevo con tu hijo y esos mismos años son los que pude disfrutar de ti.
Creo que te fuiste demasiado pronto, que fue injusto que así fuese. Y lo único que puedo hacer ya es recordar todo lo que viví junto a ti, recordar que esas historias en las que nuera y suegra no suelen llevarse bien, en nuestro caso no fue así. Porque sé que me querías, porque sé que te quise y sigo queriéndote. Te echo mucho de menos.
Después te fuiste tú: Adi (el gato de la familia, mi gordito). Para mí siempre serás parte de mi familia. Eras y serás el animal más importante que pasará por mi vida. Contigo descubrí mi amor por los gatos. Fuiste el "culpable" de que quisiese hacer un curso de auxiliar veterinaria. Fuiste y eres unos de los seres a los que más he querido y sigo queriendo. Podría decir que me consuela el pensar que ya eras viejo, etc... Pero a mí no me puedo engañar. Adi te echo mucho de menos.
Y a ti, a ti que también te has ido, a ti: mi abuela. Ya no me quedan más palabras para poder expresar lo mucho que te extraño. Lo mucho que eres para mí. Eres porque nunca te irás del todo, no lo acepto, no quiero ni pensarlo... Siempre te llevo en mí. Quiero mirar las fotos en las que sales sin que me vengan lágrimas a los ojos, pero aún no puedo. 
Te echo tanto de menos.

Unas palabras no es mucho comparado a todo lo que se me pasa por la cabeza, pero necesitaba plasmar un poco de lo que llevo dentro. Y dentro, muy dentro siempre os voy a llevar conmigo. 

Hasta siempre.