martes, 30 de junio de 2015

Mi nuevo vicio: los hama beads


¿Qué son los hama beads? Pues os lo explico como yo lo digo: son como bolitas de plástico de colores que pones en una plantilla de plástico (que venden para ello) haciendo la forma que quieras.

En Internet puedes buscar el personaje o dibujo que te guste y seguir el patrón. Luego los cubres con papel vegetal y los planchas. Hacerlos es como el punto de cruz, sólo tienes que contar los puntos que hay. 
Mi vicio empezó porque tengo una amiga que los hace y fue por ella que me llamaron la atención. Estando en su casa probé a ver qué tal y, como me gustaron mucho, ella me regaló un bote con muchos, También me regaló las plantillas en donde se hacen. Como me da igual hacer propaganda, diré que me los compró en un Ikea y están muy bien. Hay muchos pero ya habré gastado la mitad o casi. Y es que... a lo tonto a lo tonto casi todos los días me apetece hacer alguna cosita con los hama beads. No sé, es una forma de relajarme, mientras pongo "bolitas" no le doy vueltas a la cabeza. Y en estos días me viene muy bien no pensar en nada. Creo que el hecho de que sean de colores también me anima, ¡me encantan los colores!
Me gusta hacer cosas pequeñas a las que puedes pegar un imán. También he hecho algunos posavasos (aunque luego no los use). Y, como otra cosa que me gusta mucho son los pendientes, pues claro está, pendientes. He visto por Internet que se pueden hacer pulseras, se doblan justo antes de que se enfríen tras su planchado y parecen brazaletes. Pero aún no lo he probado. Es gracioso porque la primera vez que vi estas "bolitas" creía que eran abalorios. Que se pueden usar como tal si se quiere. Y otra opción que he visto, usándolos como abalorios, es hacer pulseras con ellos y con las gomitas tan de moda del verano pasado. Igual también las hago. Aunque haga lo que haga será con los hama beads que es mi nuevo vicio de este verano. (Esto de mi nuevo vicio lo canto a lo Paulina Rubio)

jueves, 11 de junio de 2015

He pensado...

He pensado alguna vez que la vida es un viaje hacia un lugar desconocido. Que aunque creamos saber hacia donde va nuestro destino y tener bien fijadas nuestras coordenadas, nos perderemos una y otra vez hasta llegar a su fin. He pensado que la vida, como bien leí en una ocasión "es aquello que sucede mientras te empeñas en hacer otros planes". Que puede pasar de lo más simple a lo más compleja. Que en nuestro camino habrá días en que el sol brille enorme y otros días grises, días en los que te sientas la persona más feliz del universo o la más desdichada... 
He pensado que de nada sirve pensar en nada por mucho tiempo porque, al final, hay cosas que se escapan a nuestro control. 
Que para mí son muy importantes las personas que me quieren pero mucho más aquellas a las que yo quiero. Que cuando amas no existe el tiempo. Que cuando te sientes feliz hay que agarrarse a ello con uñas y dientes. Que si estás triste la rabia es una buena vía de escape pero nunca debes dejar que te domine.
He pensado en muchas cosas estos días...
Pero sobre todo he pensado en ti. Porque te quiero y para mí nunca será suficiente el tiempo a tu lado.

martes, 9 de junio de 2015

Visita a Tai, visita a Valencia

Tengo una amiga, una buena amiga, que vive en Valencia (aunque ella es maña). Su novio si que es de allí, de Burjassot, pero residen en Quart de Poblet. Así que allí fuimos mi novio y yo a visitarlos.
El viaje comenzó con la aventura de montar en el AVE. En este tipo de tren no había montado nunca, si en otro similar (el Alvia). Y la verdad es que muy bien, no tarda ni 2 horas. Así da gusto, sobre todo si haces un viaje para cuatro días.
Y cuatro días estuvimos contando el de ida y el de vuelta, muy pero que muy bien aprovechados.
Estación del Norte
El primer día tras el emotivo reecuentro, mi amiga nos llevó desde la estación a la que habíamos llegado (Joaquín Sorolla-Jesús) a ver otra mucho más bonita, la Estación del Norte. De allí vimos los alrededores, y como ya era la hora de ir a comer, fuimos a un lugar que ella conoce de comida típica china.
Comida china

¡¡Llegué!!
Todo estaba muy bueno. Tras la comida decidimos ir derechos a su casa, para ello cogimos el metro. que si el de Madrid me parece caro... (Ahí lo dejo). La verdad es que es similar, es rápido y enseguida estábamos en Quart de Poblet. No recuerdo el número de paradas porque nosotras no parábamos de hablar y hablar. Una vez en su casa mi intención principal era poder conocer a sus lindos gatos: Teri y Soba. Y, también, a su hermana. Un encanto de chica.
Teri y Soba
Hot pop de Tai
Esa noche para seguir con la temática también cenamos comida china, pero esta vez en casa ya que mi amiga nos preparó lo que se conoce como hot pop. También buenísimo y no es peloteo.
El viernes hicimos más turismo por la mañana, y entre otras cosas, vi la catedral que es bonita (aunque mi preferida es la de León, sin ánimo de ofender). Y tras comer en un Taco Bell (comida mexicana y que tampoco había probado), del metro al tranvía nos fuimos a la playa. En tranvía debo decir que no había montado antes y me gustó muchísimo, fue una forma de ver más partes de la ciudad. Una ciudad que me gustó. No quiero que se me enfaden los valencianos por no mencionarlo.
Y si todo lo mencionado me gustó mucho, la Playa de la Malvarrosa me gustó aún mucho más. Y "ecque" en Madrid no hay playa, vaya, vaya...
La Malvarrosa
Es una playa muy larga y, aunque haya gente, no se hace nada agobiante. El agua estaba calentita, sin dejar de ser refrescante. Y no era muy salada así que no molestaba nada en los ojos ni siquiera buceando.
Para no extenderme mucho contaré que el sábado fuimos a tomar la mejor horchata que existe, en Alboraya. La horchata y los fartons. ¡Qué bueno todo! También el sábado repetimos con la playa. Nos gustaba tanto el agua que en un "momento" nos tiramos dos hora seguidas dentro del agua. Eso las chicas porque los chicos son muy sosos. En el agua disfruté mucho de la compañía de mi amiga y la de su hermana que se animó a venir y fue muy divertido.
Donde tomamos la horchata
Como broche de oro, el domingo, como comida de despedida, los padres de nuestro amigo, nos invitaron a comer. Su padre preparó una buena paella, ¡cómo debe ser! En su fuego y con su socarrat.
Y de postre, la madre, preparó un batido natural de fresas.
Y como todo termina, un poco después de reposar la comida, teníamos que marchar...
Pero no quiero olvidarme de mencionar lo mejor de todo Valencia, las personas que allí nos recibieron con los brazos abiertos, con la ilusión que da saber que volveremos y todo será así de genial.
Gracias a ti Carolina-Tai (esa buena amiga que decía al principio de mi entrada), a tu novio y también mi amigo Ismael, a tu hermana, que me cayó genial. A los padres de Ismael por la invitación.
Paella de Juan (padre de Ismael)
Ha sido todo tan bueno que amenazamos con volver en cuanto podamos.