sábado, 26 de noviembre de 2016

Lecturas de noviembre

El quinto día de Frank Schätzing

Hacía tiempo que no leía un libro con tantas páginas como ha sido éste.
En mi entrada sobre las lecturas de octubre comenté que lo había empezado el día 21 de octubre y que llevaba 265 páginas de un total de 1176, pero para ser exacta de 1171. Las últimas las dedica el autor a los agradecimientos.
En cualquier caso, no ha sido hasta hoy, día 27 de noviembre, que lo he terminado.
Me ha gustado mucho, pero si dijese algunas de las cosas que más me han gustado sería revelando datos de la trama que fastidiarían a alguien que quisiese leerlo. Porque lo que ha hecho que me guste tanto es el misterio que encierra la novela. Y claro, no os lo voy a descubrir. 
Lo mejor será dejaros la sinopsis y si no os llama la atención por lo que cuenta, es precisamente por no contarlo todo.

"En Perú, un pescador desaparece sin dejar rastro. Entretanto, los expertos de una empresa petrolífera noruega encuentran extraños organismos que ocupan cientos de kilómetros cuadrados del fondo marino. Y en las costas de la Columbia Británica comienza a observarse un inquietante cambio en el comportamiento de las ballenas. Algo ha hecho que las criaturas marinas se vuelvan contra el hombre.
Nada de esto parece tener una causa común, pero el biólogo Sigur Johanson sospecha que en estas anomalías hay algo más que una simple serie de coincidencias. Lo mismo acaba creyendo Leon Anawak, quien llega a una preocupante conclusión: una catástrofe está a punto de suceder, y ésta podría poner en peligro la continuidad de la raza humana.
La búsqueda del origen de esta amenaza enfrentará a los biólogos con sus peores pesadillas."

Por ponerle alguna pega al libro, los momentos en los que usa demasiados tecnicismos. 
Por suerte, por el contexto se entiende el argumento. Pero ponerme a buscar el significado de todos me hubiese sacado de la atmósfera en la que te sumerge el autor. Aunque sumergirse después de lo leído, da que pensar...

El Principito de Antoine de Saint-Exupéry

Creo que sobra presentar este libro.
Lo leí de niña y ya apenas lo recordaba, lo que nunca debí dejar de hacer.
Es un cuento con un significado más profundo que la simplicidad en sí que pueda parecernos la historia.
Es una lección de vida encerrada en la apariencia infantil del Principito.
Y es que Él nunca deja sin responder una pregunta una vez que la hace. Siempre quiere saber el por qué. Y sintiendo empatía por cada personaje con el que se encuentra va enriqueciendo su vida.
He reflexionado sobre la historia y a mí lo que me trasmite es que, si cada uno de nosotros cuidamos nuestro propio planeta (familia, amigos, espacio personal...) y a su vez nos interesamos por el resto de planetas y sus habitantes (resto de personas), empatizando con ellos y ayudándonos, el universo sería un lugar mucho mejor.
Y nunca habría que preocuparse de saber si la rosa está o no bajo la campana.

El vendedor de tiempo de Fernando Trías De Bes

Libro totalmente elegido al azar al comprarlo y escogido para leer hoy por ser un libro corto.
Y es que tras terminar El quinto día me he puesto a leerme éste.
La historia es una alegoría que nos plantea las siguientes cuestiones (cogidas del libro):
"¿Cuánto vale nuestro tiempo?
¿Cuántos años estamos dispuestos a consumir trabajando para pagar casas, hipotecas o automóviles cuyo precio centuplica los años que se invierten en su producción?"
Otro libro de los que te hace reflexionar, aunque mucho antes de leerlo en mi cabeza ya tenía semejantes preguntas.
Porque al final de todo lo más valioso de nuestra vida es el tiempo.
Curiosidad: en un momento de la historia el protagonista pide para leer ¡El Principito!

Y como el tiempo es lo más valioso no os robo más, deciros que os recomiendo cualquiera de los tres libros.
Los tres tienen en común que sin respeto y sin conciencia del tiempo, nada en esta vida tiene sentido.










miércoles, 16 de noviembre de 2016

¿Los sentimientos se pueden racionalizar?


"El ser humano es un ser racional", hasta aquí todo claro. 
Pero tenemos una parte emocional.
Nuestros sentimientos ¿son siempre razonables? Si son emociones no tienen por qué serlo, según me parece.
Lo que hacemos si queremos ser buenas personas es distinguir entre lo que "está bien" y lo que "está mal". Pero para llegar a esa conclusión, debemos analizar lo que vamos a hacer antes según nuestros criterios y es ahí donde queda esa duda de si serán o no razonables. 
Puede que sólo sean excusas y trabas que nos ponemos. 
Por otro lado, si primero debemos analizarlo ya no es un sentimiento si no un pensamiento...
Entonces mi duda es ¿los sentimientos se pueden racionalizar?
¿O son acciones que llevamos a cabo involuntariamente? Dicho de forma romántica "lo que el corazón nos dicta". Y siendo así, ¿es malo dejarse llevar por un sentimiento?
Igual sólo si se sospecha que ese sentimiento "es malo".



martes, 8 de noviembre de 2016

Crítica de una frase


Con esta frase estoy en desacuerdo. 
Hay cosas que por mucho que pase el tiempo no dejan de doler. Puede que duelan menos o el dolor sea más soportable.
Cuando perdemos a un ser querido, no creo que con el tiempo no duela.
Sólo que con el tiempo aceptamos que tiene que ser así y eso mitiga nuestro dolor.
Y lo de dejar de importar... Pues si algo pasado un tiempo deja de importarnos es porque en su momento, bien pensado, no era importante. Si no, es engañarnos pensar que pasado el tiempo no nos importa.
En todo caso, puede que algo que en su día nos afectase mucho nos parezca más leve.
La cosa que creo que si cura siempre el tiempo es el cansancio.
Hoy he salido cansada del curro y dentro de un rato estaré menos cansada.
De ahí, que hoy la nota sea menos extensa.
¡Hasta la próxima!