martes, 14 de junio de 2016

No es lo mismo bueno que gilipollas

Las últimas notas que escribo son sólo sobre libros ¡me falta inspiración!
Creo que el problema está en que necesito unas vacaciones. Y diréis ¿qué tendrá que ver? MUCHO.
Si estuviese de vacaciones no estaría cansada para pensar cuando vengo del trabajo.
O me iría a algún lugar y a la vuelta podría escribir sobre el viaje.
Mientras (ya queda menos que cuando empezó el año…) intentaré sacar algún tema. Ya que os parezca interesante o no, lo decidís vosotros. Yo (optimista) pensando en que alguien me leerá.
¿Qué os parece el tema: ser buena persona no es lo mismo que ser gilipollas?
Cada día, por diferentes causas, sientes que debes amoldarte para que no te traten como un gilipollas. Y es que al estar rodeados de ellos, te tienes que “vacunar” para no contagiarte.
Es peor que una oleada zombie.
La gente suele ir a su bola y pensar en si misma, y eso no está mal siempre y cuando no sea a costa de joder al prójimo.
Y qué pasa con las buenas personas, pues que corren el peligro de que esta clase de personas se quieran aprovechar de ellas.
Pues por mi parte, se acabó. Es más, si hay que ser egoísta y pensar en una misma, pues se hace. Pero intentando no fastidiar a nadie.
Es como el tema de agradar a la gente. Genial si caes bien a todo el mundo, pero siempre y cuando sigas siendo tú mismo.
Muchas veces hacemos cosas que no van con nosotros por no desentonar en “el grupo”, pues tampoco. Que si a alguien por ello no le caes bien, pues no pasa nada.
A ti tampoco te cae bien todo el mundo.
Es que por buena persona hay veces que no sabemos decir que no. Y es bueno saber decir que no, si decir sí no es lo que te apetece.
Que no quieres hacer esto, pues no.
Que no quieres ir a tal sitio, pues no.
Que lo dicho, ser buena persona no implica ser gilipollas.
Y que así a lo tonto, pues me he escrito unas cuantas líneas que si os gustan bien y si no, pues genial.

¡Feliz tarde!


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